¿Qué esperas que haga? ¿Ansías mi admiración? ¿Buscas acaso algún reconocimiento por mi parte? No deberías, ya que nada conseguirás. Tú eres la prueba viva de mi fracaso, eres aquello que me recuerda que no fui capaz. Eres la cara que tiene la derrota en mis recuerdos, y tu voz es la melodía entonada de forma previa a un "Game Over". ¿Esperas, entonces, que reaccione bien a tus broma?
Aún no entiendo como esperas que ría. Quizás ellos no se dan cuenta; es difícil reconocer un tropiezo cuando vives tu vida a trompicones. Pero cuando uno comete su primer gran error, cuando el fatal destino se cierne sobre uno y le señala públicamente como aquél que no superó la prueba exigida, es incapaz de pensar en otra cosa.
Aún pensarás que no has hecho nada; y tienes razón. Pero tu mera existencia ya es para mí algo negativo. Eres el sello que me marca como aquél que fue incapaz, eres la ardiente cicatriz que oculto tras haber caído. Otros podrían sentirse orgullosos de haber caído y después ser capaces de levantarse. Pero no yo; yo nunca caía. Yo podía tropezar, pero siempre encontraba la forma de evitar aquel último golpe en el momento oportuno.
Y ahora apareces tú como el peso que me estiró. Aquél que me dijo; hoy no, ya no puedes. Toma mi mano, y levántate. Pero yo sabía que era mentira. ¡¿Cómo osas decir "levántate" cuando eres tú el que me está alzando?!
Espero que lo comprendas, aunque creo que eres incapaz. En el momento en que eres tú el que me hace recuperarme, dejo de haber sido autosuficiente, dejo de ser capaz de solucionarlo yo, solo. Entonces no me salvo yo, sino que eres tú el que me rescata a la desesperada en aquél último momento en el que me doy por vencido.
Y he llegado a la conclusión de que, posiblemente, lo que más rabia me da sea el hecho de que sea alguien tan mundano, alguien "de tan poco valor", el que me rescate. A mí, al grande, al único, al señalado, ayudándome un don nadie, un creído, un tramposo, un ser carente de meta.
Espero que lo entiendas; aunque no hagas más que ayudarme, nunca tendrás mi reconocimiento. Aunque tu actitud hacia mí sea positiva, nunca sacarás más que una minúscula sensación de complacencia de mi parte.
Eres bueno. Tienes una forma de escribir que se hace amena para el lector, controlas la trama y creas buenos escenarios y personajes que se acoplan a ella. Cuando escribes textos como este, más reflexivos, sabes transmitir sensaciones y eso, amigo mío, es lo más importante para un escritor en ciernes :)
ReplyDeleteSigue escribiendo porque lo haces genial.
¡Muchas gracias (tanto por pasarte como por el elogio)! La verdad es que el Blog lo empecé más que nada porque sino no se me ocurría que hacer con las cosas "cortas" que escribía. Si no te molesta podría pasarte lo que llevo de un proyecto un poco más grande (supongo que es una novela, pero no me acaba de convencer llamarlo así) para que me des tu opinión y tal.
Delete¿Saludos!